Cuatro amigos casados van a pescar un fin de semana. Cada uno tuvo que prometerle grandes proyectos a su esposa a cambio de dejarle ir, como pintar la casa, construir una terraza nueva o remodelar la cocina. El último amigo no tuvo que prometer nada, solo despertó a su esposa temprano y le preguntó si prefería pesca o sexo, a lo que ella respondió que se abrigara bien para ir a pescar.