El desempleo de larga duración se refiere a personas inscritas como demandantes de empleo de forma ininterrumpida durante más de seis meses. Este tipo de desempleo tiene un efecto negativo en la capacidad del mercado laboral para restablecer el pleno empleo automáticamente según el modelo clásico, ya que los desempleados de larga duración no compiten con los empleados ni presionan los salarios a la baja, distorsionando así el equilibrio del mercado.