Este poema celebra el Día del Maestro y la relación especial entre una maestra y una de sus alumnas. La maestra se sintió triste una mañana fría al comenzar las clases, pero recibió un regalo e inocente carta de una niña que la hizo sonreír. A partir de entonces, las dos comenzaron a conocerse como amigas en el aula solitaria, y la materia que la maestra enseñaba se convirtió en una nueva historia para ellas.