El padre le escribe una carta a su hijo para aconsejarle sobre el amor y la responsabilidad. Le dice que aunque ama su cariño, no le debe nada y que como padre tiene deberes. También le advierte que un día su propio hijo vendrá a cobrarle los cien mil afanes que él le dio, para que aprenda a honrar sus responsabilidades como padre al igual que él lo hizo.