El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro y denso que forma parte de la atmósfera terrestre en una proporción actual de 350 partes por millón. Su ciclo natural está vinculado al del oxígeno a través de la fotosíntesis de las plantas y su disolución en los océanos, lo que hace que su balance sea sumamente complejo debido a las interacciones entre sus reservas atmosféricas, su consumo por las plantas y su transferencia a los océanos.