Los platillos se originaron en la Edad de Bronce como pequeños discos llamados crótalos que se han encontrado junto a momias en Egipto. Actualmente están hechos de una mezcla de cobre, plata y estaño y consisten en dos discos cóncavos unidos por tiras de cuero, y su uso militar llevó a que aumentaran de tamaño para producir un sonido más fuerte.