La parábola del sembrador describe cuatro tipos de terreno donde cae la semilla: 1) Sobre piedras, donde las aves se comen la semilla; 2) Entre espinos, donde la semilla es ahogada; 3) En buena tierra, donde la semilla crece y se multiplica; 4) Sobre piedras, donde la semilla no puede echar raíces. La parábola enseña que para que la palabra de Dios dé fruto, debe caer en un corazón receptivo y obedecerla.