San Benito el Joven fue un constructor experto en la Edad Media gracias a su habilidad de observación y contacto con la realidad física, lo que le permitió mejorar los modelos de construcción anteriores. En la época, los artesanos constructores como canteros y albañiles eran campesinos analfabetos. Los proyectistas hacían maquetas de madera a escala para dar una idea general de la estabilidad de la obra, pero no de la capacidad de resistencia de sus partes. A pesar de la falta de cálculos estructurales modernos,