Un estudio científico encontró que el chocolate derretido en la boca provoca una mayor excitación física y cerebral que un beso apasionado, duplicando los latidos cardíacos de los participantes y estimulando más regiones del cerebro de manera más intensa y prolongada que un beso. El doctor David Lewis del Mind Lab, quien llevó a cabo la investigación utilizando un nuevo chocolate oscuro de 60% de cacao en parejas veinteañeras, se sorprendió al descubrir que el efecto estimulante del chocolate fue mucho más poderoso de lo anticipado.