Tomar versículos bíblicos fuera de contexto lleva a malas interpretaciones. Es importante estudiar la Biblia considerando cuatro principios contextuales: el sentido literal, el marco histórico, la gramática y la síntesis con otras partes de las Escrituras. El contexto determina el significado de los pasajes y evita contradicciones aparentes entre ellos. Ignorar el contexto conduce a errores en la comprensión de la Palabra de Dios.