El padre le cuenta a su hija la historia de tres elementos (zanahorias, huevos y granos de café) que enfrentaron agua hirviendo para enseñarle que ante la adversidad las personas pueden reaccionar de diferentes maneras: blandiéndose como la zanahoria, endureciéndose como el huevo, o cambiando positivamente la situación como el grano de café. El padre espera que su hija pueda reaccionar de la última manera ante los problemas.