El rey recibió dos halcones como regalo y los entregó a un maestro cetrero para su entrenamiento. Un halcón aprendió rápidamente pero el otro se negaba a volar. Ningún experto pudo hacerlo volar hasta que un campesino cortó la rama donde estaba posado, haciendo que use sus alas. El rey aprendió que a veces es necesario salir de nuestra zona de confort para alcanzar nuestro máximo potencial.