Este documento discute cómo un niño que no juega puede ser un síntoma de problemas emocionales o de salud. Identifica tres posibles causas: 1) problemas de salud como discapacidades que dificultan el juego, 2) enfermedades como cáncer que requieren hospitalización y alejan al niño de actividades normales, y 3) problemas familiares como divorcio, conflictos o maltrato que causan tristeza y pérdida de interés en el juego.
1. El niño que no juega Andrea García Tenorio Natalia Aizpún Sánchez
2. Los padres y adultos que acompañamos a los niños en su crecimiento vemos cómo una de las experiencias más plenas para ellos es “jugar”. Sabemos que el juego es una experiencia fundamental para un niño y debemos promoverlo para su crecimiento armónico. Realmente es un tema de preocupación es cuando un niño no juega. Esto surge como un síntoma que habla de una depresión o de algún otro trastorno en su afectividad. Un niño que no juega muestra un síntoma de enfermedad, de disgusto, de tristeza o de preocupación por algo. Un pequeño que no juega con seguridad tiene algún tipo de problema, pues esto es síntoma de que algo en su interior no está bien, es un indicador de problemas emocionales serios porque puede estar deprimido.
3. Niños que no juega por problemas de salud: Los niños que tiene problemas de salud como puede ser minusvalías, tienen dificultades para jugar con el resto de los niños, debido a que no todos los juegos están adaptados a sus capacidades, por lo tanto, hay que establecer unos juegos y actividades para que puedan integrarse con el resto de los niños y no se sientan aislados por sus problemas físicos. Otros niños que se pueden introducir en este apartado son los niños que están ingresados en el hospital por mucho tiempo por problemas oncológicos ( leucemias, cáncer..) Estos niños llevan una vida diferente al resto, al estar ingresados en el hospital no pueden ir al colegio, ni jugar en un patio como los niños. Para que su vida sea un poco mas normal y acorde a su niñez pese a sus problemas, los hospitales cuentan con un equipo de animaciones y actividades para hacerles reír y que por unos momentos se olviden de que están enfermos y viven en un hospital.
4. Niños con problemas familiares Los problemas familiares que viven los niños en su casa repercute en su infancia y en su relación con los demás. Su tristeza y malestar emocional hace que el niño se desmotive y pierda interés por jugar. Muchas familias tienen problemas, los cuales deciden no contarlos, lo que lleva a que el niño tenga comportamientos extraños. Se pueden dar diversos problemas: El divorcio Conflictos en la custodia Maltrato o abusos