2. Anoche inventé un nuevo placer. y me disponía a probarlo por vez primera cuando un ángel y un demonio llegaron presurosos a mi casa.
3. Ambos se encontraron en mi puerta y disputaron acerca de mi placer recién creado; uno de los dos gritaba: -¡Es un pecado! Y el otro, en igual tono aseguraba: - ¡Es una virtud! Kalil Gibran Kalil