El ozono es un gas alotrópico del oxígeno que se descompone fácilmente a temperatura ambiente en oxígeno molecular y atómico, lo que le da propiedades oxidantes más fuertes que el oxígeno. Debido a su poder oxidante y baja toxicidad, el ozono se usa comúnmente como desinfectante y para eliminar malos olores, con aplicaciones en hogares, cocinas y para fumadores.