Alexander Graham Bell, un científico y logopeda escocés-estadounidense, inventó el teléfono en 1876. El primer teléfono de Bell consistía en un emisor, un receptor y un solo cable de conexión. Las vibraciones del sonido en el emisor inducían una corriente eléctrica que se transmitía por el cable y hacía vibrar el receptor para reproducir el sonido original.