Merino fue nombrado jefe de la tribu y se esperaba que luchara contra la bestia del volcán, pero en lugar de eso cambió la ubicación de la aldea cuando la bestia atacaba. Pasaron años y Merino se convirtió en un anciano, siendo considerado un cobarde. Una noche de invierno, Merino llevó guerreros al volcán y encontraron a la bestia débil por el frío, pudiendo someterla sin luchar. Merino explicó que había estado esperando el frío correcto, no guerreros, para vencer a