El documento habla sobre el valor del alma. Explica que el alma es la parte espiritual del ser humano que Dios insufló en el cuerpo. Cuando una persona muere, el alma se separa del cuerpo. El alma continuará existiendo después de la muerte y esperará la resurrección, ya sea para recibir la vida eterna o la condenación eterna. Jesús advirtió que es más importante salvar el alma que ganar riquezas o placeres temporales, porque al morir todo se deja atrás excepto el destino eterno del alma.