La amiga explica que ha aprendido el secreto de la verdadera felicidad: depender completamente de Dios, confiar en que Él proveerá y satisfará todas las necesidades, y entregarle la propia vida. Desde que siguió este secreto, ha sido sumamente feliz. Anima a la otra persona a no depender de los demás o de bienes materiales para ser feliz, sino a poner su confianza en Dios, quien dará paz y felicidad.