Este documento discute cómo los cristianos son la "sal y la luz del mundo", según Mateo 5:13-16. Explica que los cristianos, al igual que la sal, deben preservar a la humanidad y darle sabor a la vida. También deben, como la luz, guiar a los demás hacia Cristo y mostrarles el propósito de la vida de glorificar a Dios. El cristiano tiene la responsabilidad de ser un guía para los demás y darle sentido a la vida a través de la pureza, la preservación, el gozo