2. Eloy Alfaro José Eloy Alfaro Delgado fue hijo de Juan
Alfaro y González, republicano español natural de
Cervera del Río Alhama (La Rioja) quien llegó a Ecuador
en calidad de exiliado político y de María Natividad
Delgado López, nacida en Montecristi el 8 de
septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz
Delgado, que varias veces fue el regidor del Cabildo de
Montecristi y de María de la Cruz López, mestiza.
Según la tradición, los Delgado de Montecristi eran
propiamente de apellido Quijije, descendientes de un
cacique de apellido Quijije que fue forzado a adoptar
el apellido de un capitán español de apellido Delgado.
3. José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al
concluir esos estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los
negocios. Durante su juventud se identificó con el liberalismo
anticlerical, doctrina que se conoció posteriormente como el
liberalismo radical ecuatoriano. Luchó contra los presidentes
García Moreno, Borrero, Veintemilla y Caamaño, por lo que la
tradición lo conoce como el "Viejo Luchador" o "el General
de las Derrotas". Eloy Alfaro pasó por muchas y serias
dificultades en las diversas campañas que
emprendió, tendientes a combatir la tiranía, en estos
combates gastó su fortuna adquirida en Panamá con la
ayuda de su esposa de esa nacionalidad Ana Paredes
Arosemena, de ese matrimonio nacieron nueve hijos:
Bolívar, Esmeraldas, Colombia, Colón, Bolívar (2), Ana
María, América, Olmedo y Colón Eloy; Rafael nació fuera del
matrimonio.
4. Desde muy joven participó en gestas rebeldes como en el
Colorado; casi pierde la vida en el combate naval del
Alajuela, cuando intentó desembarcar en Ecuador con una
tropa revolucionaria y fue derrotado por el Gobierno
conservador. Al hundirse su barco, se salvó aferrado a un
barril. Participó en los combates de Montecristi, Galta, San
Mateo, Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó, Cuenca y Chasqui.
Durante sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el
Congreso de Nicaragua el que le otorgó el grado de General
de División en ese país. Según declaró el Gobierno del
presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca llegó a ser
general en el Ejército ecuatoriano, por lo que Correa lo
ascendió post mortem al grado de General de
Ejército, máxima jerarquía del Ejército ecuatoriano en la
actualidad, pero que no existía en su época, en una
ceremonia especial el 5 de junio de 2012
5. Historiadores militares como el ex alcalde de Quito y héroe de
la Batalla del Cenepa, general (r) Paco Moncayo, aclararon
que Eloy Alfaro fue legalmente General de División del
Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895.1 y que no
fue "General de Ejército" por no existir ese rango en su época.
Alfaro fue ascendido por el Consejo de Ministros cuando ya
ostentaba la jefatura suprema de la República, según reza el
decreto respectivo, que menciona sus triunfos en los
combates de la guerra civil de ese año, como Gatazo.
Moncayó precisó que según documentos del Ministerio de
Guerra y Marina del Ecuador de 1900, que publicó en ese
año el Escalafón Militar de los generales ecuatorianos, con sus
respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado general
de Brigada el 2 de febrero de 1883, durante la guerra civil que
derrocó al general Ignacio de Veintimilla, quien ejercía de
"jefe supremo y capitán general de los Ejércitos de la
República", es decir, de dictador.2
6. Apoyó también a varios liberales, como el escritor Juan
Montalvo, a quien le ofreció ayuda económica. Una vez en el
poder, glorificó la memoria de Montalvo como maestro del
pueblo ecuatoriano.
En 1911 él intentó dar un golpe de Estado en Ecuador, para
retornar al mando del país, pero fue derrotado por las fuerzas del
Gobierno constitucional, cerca de Guayaquil y enviado
detenido a Quito, en el ferrocarril que paradójicamente impulsó
a construir.
Como consecuencia de su intento golpista, fue enviado preso a
Quito y el 28 de enero de 1912, una turba de la capital, que se
sospecha estaba inspirada por la oposición, sus enemigos
políticos y parte del clero católico, asaltó el Penal García
Moreno, en donde fue encerrado. Alfaro fue linchado por
cocheros, prostitutas conocidas, soldados vestidos de paisano y
fieles católicos, y sus restos arrastrados y quemados en una
pira, en uno de los hechos más horrendos de la historia
ecuatoriana.