La autora expresa su honor de participar en la Jornada Mundial de la Juventud y el Encuentro Mercedario porque le permitirá promover la paz, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, el respeto, el compromiso y el bien común. Ella cree que ella y sus compañeros pueden dar testimonio de que los jóvenes todavía pueden cambiar el mundo uniéndose con una sola voz y la misma sed de Dios.