El documento discute el problema de la violencia relacionada con el fútbol en Colombia y otros países. Señala que el problema no es el fútbol en sí, sino las pasiones que genera y cómo algunos las usan como excusa para cometer actos de violencia. Detalla cómo Inglaterra implementó leyes en las décadas de 1980 y 1990 para combatir la violencia en los estadios, incluyendo prohibiciones de acceso a estadios para personas condenadas por delitos relacionados con el fútbol.