Existen dos grupos dentro de la iglesia Adventista con diferentes perspectivas sobre el uso de la tecnología. Los conservadores creen que la tecnología ha afectado negativamente la congregación al fomentar la comodidad, mientras que el otro grupo considera que la tecnología puede usarse para propagar el evangelio al alcanzar personas en lugares remotos a través de internet, radio y televisión. El autor opina que la tecnología no es mala por sí misma y puede beneficiar la propagación del evangelio si se usa correctamente.