Samanta Villar sobre el periodismo narrativo y su estilo en programas como 21 días y Conexión Samanta
1. Acostumbrada a “conectar con mundos
desconocidos” que están muy cerca de
todos nosotros haciéndose protagonista
de esas realidades, Samanta Villar, parece
haber llevado el estilo literario, encabeza-
do por Truman Capote, a la pantalla. En
sus dos programas (21 días y Conexión
Samanta), la periodista ha desarrollado
una de las características principales del
Nuevo Periodismo: la reconstrucción de
situaciones reales que ha vivido en
primera persona; por ello, es un persona-
je idóneo para tratar la inclusión de esta
corriente estilística en el formato audiovi-
sual.
En sus programas pone énfasis en los
detalles humanos que se omiten a
menudo en el periodismo convencional,
estableciendo un acercamiento directo
con las personas.
Después de muchos años trabajando en
televisión, ¿qué beneficios crees que
aportaría contar historias reales en el
ámbito audiovisual en lugar de por
medio de la novela?
Creo que la televisión es un sitio ideal
para contar historias siguiendo la línea
del Nuevo Periodismo, que es un perio-
dismo en primera persona, que se salta
un poco las reglas del clásicas, que es
más creativo, que apuesta por las expe-
riencias vividas y por el protagonismo
también del periodista. Pero considero
que el punto de partida no es qué benefi-
cios tiene hacer Nuevo Periodismo en la
tele, el punto de partida es al contrario.
En lugar de eso tenemos que pensar qué
beneficios tiene hacer un programa
desde el Nuevo Periodismo.
Efectivamente. Pero al mismo tiempo
tenemos que tener en cuenta que nuevo
periodismo es una etiqueta antigua que
tiene casi 60 años; entonces llamarle
justamente “NUEVO” periodismo en el
año 2015 no tiene mucho sentido. Lo
suyo sería llamarle “nuevo Nuevo Perio-
dismo” (entre risas). De hecho, a mi
personalmente me gusta más llamarle
“periodismo narrativo” que se está
utilizando mucho en Latinoamérica y me
parece un término muy acertado.
Además, desde sus inicios, el Nuevo
Periodismo siempre ha impreso las histo-
rias sobre el papel, ya que la novela tiene
un público más minoritario, especializa-
do y con prestigio que por ósmosis
adquiere prestigio y es reconocido como
tal. Sin embargo, lo que ocurre al recurrir
a la televisión para tratar historias reales
es que al ser muy poderosa y tener
grandes audiencias, son los mismos
puristas del periodismo los que califican
como show a lo que aparece en pantalla
haciendo desaparecer el término de
Nuevo Periodismo.
En ese caso, estaríamos hablando de
infoentretenimiento en lugar de Nuevo
Periodismo.
Hablar de infoentretenimiento es hablar
tanto del papel como de la pantalla, ya
que mezclar narrativa literaria novelada
con información real por tanto es lo
mismo tanto en un medio como en otro,
solo que en televisión, se desprestigia la
recurrencia a los recursos del terreno de
la ficción como es hacer una presenta-
ción-nudo-desenlace del personaje o
como es atender a detalles de sensacio-
nes, emociones, etc. porque es entonces
cuando hablan de “supuesto sensaciona-
lismo”que siempre he negado.
Por ejemplo en el caso de 21 días, el
hecho de que tuviese un número limitado
de días, introduce el concepto de una
historia que tiene un final, que es un
concepto de la narrativa de la ficción.
Cuando el espectador sabe que a un
personaje le va a pasar algo se genera una
incógnita y mucha gente lo que quiere es
ver cómo acaba la historia.
A la hora de leer se necesita una actitud
activa por parte del lector y a la hora de
ver la televisión la actitud es totalmente
pasiva, por eso se desprestigia mucho
este tipo de programas y al espectador de
estos programas y en cambio se prestigia
mucho al lector. Sin embargo, siempre
defiendo el infotiming porque la gente
tiene derecho a relajarse y aprender
mientras tanto. ¿Porqué desprestigiar el
hecho de relajarte en tu sofá y ver algo
como en una película que al final te
enseña cosas?
Dice Michael L. Johnson que “el sello
distintivo del estilo del Nuevo Periodis-
mo es la intención del escritor de ser
personal, participante y creativo en
relación con los sucesos sobre los cuales
informa y comenta”. ConexiónSamanta
y 21 días son dos programas que se
alinean a la perfección con esas caracte-
rísticas. ¿Crees que tu participación en
primera persona en la historia puede
resaltar la credibilidad y estrechar el
vínculo con el espectador?
Bajo mi punto de vista, la credibilidad no
radica en el hecho de que el periodista lo
esté viviendo, la credibilidad radica en
que la cámara lo capta todo. Una de las
claves que tiene la recurrencia a estos
programas es que antes de que las perso-
nas expliquen lo que les ocurre, quere-
mos que sea el espectador el que vea lo
que ocurre; no me cuentes que te van a
desahuciar, quiero ver cómo te desahu-
cian. En comparación con la novela, esta
nunca puede enseñarte más de lo que te
narra el narrador.
A la hora de estrechar el vínculo, mi prota-
gonismo si que tiene mucha influencia,
porque la gente me ve como una persona
normal y corriente que de repente se
mete en un mundo totalmente distinto y
empiezan a ocurrirle cosas. Y esto sí que
genera una gran empatía con el especta-
dor. A veces soy yo la que juega el prota-
gonismo pero hay muchas otras veces en
las que desaparezco de plano y lo único
que hacemos es adaptar la cámara a todo
lo que va ocurriendo con el fin de mostrar
la realidad al detalle.
La información no caduca, sin embargo
se convierte en historia cuando ya ha
sido contada por primera vez. ¿Hasta
qué punto consideras que los aconteci-
mientos y las situaciones que se cuentan
en tu programa son información para
los espectadores?
Siempre digo que adquirir información es
como hacerle el avioncito a un niño. Con
este tipo de programas, entretienes al
espectador, pero mientras le vas entrete-
niendo, le das la cucharada de informa-
ción. Es decir, al final lo más seguro es que
la persona no sea capaz de decirte un
listado de datos que ha adquirido, pero
sin embargo ha aprendido, ha visto cosas,
y ha adquirido conocimientos aunque no
sea consciente de ello. Y para mí vale más
el aprendizaje que la conciencia de haber
aprendido algo.
En esta sociedad de la información creo
que estamos sobreinformados:
Totalmente. En el futuro creo que vamos a
tener que tirar mucho por este camino
tratando de conseguir que el consumo de
información sea fácil, porque sino la
gente se va a agobiar y entonces vamos a
estar perdidos.
¿Crees que el Nuevo Periodismo podría
resurgir como forma de transmitir infor-
mación?
Hay momentos puntuales como eventos
importantes, en los que el espectador
demanda información detallada, y eso sí
que puede ser muy denso porque de
hecho la gente quiere esa información;
pero sin embargo, en el día a día creo que
es muy necesario y al mismo tiempo muy
loable, intentar que la asimilación de esos
conceptos se haga de manera ágil y fácil.
Hay que mantener el equilibrio entre una
cosa y la otra es decir no dejarte llevar
solamente por el entretenimiento, pero
dar con ese equilibrio a mí me parece una
fórmula fantástica; así lo hacen en peda-
gogia, los niños aprenden jugando,
entonces con esto igual, mientras te lo
pasas bien, aprendemos.
En ese caso, ¿qué futuro tendrían los
medios de comunicación teniendo en
cuenta que primaria un periodismo
meramente de autores?
En realidad los grandes medios no ven el
periodismo de autores como una compe-
tencia, sino que lo ven como una herra-
mienta ya que los periodistas funciona-
mos como influencers, como líderes de
opinión, y esto nos crea la ilusión de que
“tenemos algo más que la sartén por el
mango”. De hecho este fenómeno nos
asegura que no somos reemplazables
dentro de un medio de comunicación.
Los periodistas al final nos convertimos
en una marca, entonces la empresa lo
que quiere es tener esa marca,
porque esa marca tiene su públi-
co, tiene su comunidad y tiene
sus compradores, entonces
claro, la empresa quiere
tener esos compradores. En
ese sentido nos hemos
convertido en autores, y
está bien porque te da
cierta autonomía.
Has trabajado en otros
programas que siguen
una estructura diferen-
te como es el caso
España Directo, ¿te
sientes más cómoda
en plató o siendo
“una periodista todo-
terreno” que se
involucra de lleno en
las historias de la
calle?
Según mi experiencia, el trabajo en plató
que he hecho siempre ha sido mucho
más sencillo que el trabajo en la calle, ya
que suele estar como muy pautado,
entonces el problema que puede surgir
es de contrarreloj. Sin embargo, el trabajo
que nosotros hacemos es muy libre.
Constantemente partimos de cero y
tenemos que pensar cómo lo hacemos
para que no se repitan personajes y sea
entretenido y cuente una historia .
Desde este mismo enfoque, ¿las histo-
rias llaman a tu puerta o sigues algún
criterio para elegir cuál aparece en tus
programas?
Hemos querido seguir una línea muy
determinada. Lo que nosotros intenta-
mos es seguir exigentes con los temas y
seleccionar aquellos que están en el
segmento entre el periodismo y el entre-
tenimiento. Pero hemos detectado que
los temas que funcionan mejor de
audiencia son los temas que son más
novedosos entonces a mi como periodis-
ta me viene genial. El problema de tratar
temas novedosos en televisión es que
producirlo es mucho más complicado,
porque la gente no los tiene asimilados y
a veces siente vergüenza si no lo ha visto
antes en televisión.
SAMANTA
VILLAR
“Los periodistas funcionamos como influencers, como líderes de opinión,
y esto nos crea la ilusión de que tenemos algo
más que la sartén por el mango”.