En la primera escena, la hermana de Peralta se queja de que él gasta el poco dinero que gana ayudando a los pobres en lugar de apoyar a su familia. Peralta responde que su familia incluye a todos los necesitados. En la segunda escena, Peralta encuentra a tres hombres enfermos en la calle. Les ofrece llevarlos a su casa para darles de comer, a lo que ellos aceptan agradecidos, elogiando la bondad de Peralta.