El documento denuncia las prácticas inhumanas de China para entrenar a niños y obtener medallas en los Juegos Olímpicos, sometiéndolos a tortura, esclavitud y sacrificio a través de entrenamientos excesivos que causan dolor físico. A pesar de la violación de los derechos humanos, China sigue siendo elogiado por sus logros olímpicos. Se pide que se denuncie esta situación al mundo.