El puerto de Barcelona se ha consolidado como el cuarto puerto de cruceros más importante del mundo y el primero de Europa y el Mediterráneo, situado en la desembocadura del río Llobregat. El puerto de Valencia goza de una posición estratégica en la península ibérica que lo convierte en un puerto natural para el tráfico interoceánico de mercancías, debido a su ubicación en el centro del arco mediterráneo occidental en la ruta entre el Canal de Suez y el Estrecho de Gibraltar.