Este documento contiene varios párrafos cortos que ofrecen mensajes inspiradores sobre temas como la amistad, el amor, la felicidad interior, la adversidad y la muerte. Alienta al lector a disfrutar la vida, apreciar a los amigos cercanos, mantener la esperanza durante los tiempos difíciles y recordar que el alma es eterna aunque el cuerpo no lo sea. El mensaje final desea al lector un día y una vida felices.
Cultura Organizacional E Gestao Da Inovacao Tecnologica - Bianca Richartz e ...Luiz Aquino
O que as empresas precisam para inovar? A resposta para esta pergunta está no conjunto de decisões, ações, estrutura organizacional, processos e métricas utilizados para fomentar, capturar, selecionar, desenvolver e implementar iniciativas alinhadas à estratégia que visem à criação de valor de formas não usuais à empresa. Neste artigo exploramos um desses aspectos mais decisivos para a inovação: a Cultura Organizacional.
1. Este es un mensaje especialmente inspirador y bello.
Lo mejor es que no tienes que enviárselo a nadie
para que algo se te haga realidad.
Sólo disfrútalo.
2. Sonríe, muestra aquello
que eres, sin miedo.
Existen personas que sueñan
con tu sonrisa, así como yo.
3. La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario,
nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo.
La vida sí que nos los roba muchas veces y
definitivamente.
4. Los amigos que tienes y
cuya amistad ya has puesto
a prueba, engánchalos a tu
Alma con ganchos de acero.
5. Si sientes que todo perdió su sentido,
siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre
habrá un amigo; esa persona con la
que se puede pensar en voz alta.
6. Cuando todos los días resultan iguales es
porque el hombre ha dejado de percibir
las cosas buenas que surgen en su vida
cada vez que el sol cruza el cielo.
7. La felicidad es interior, no exterior;
por lo tanto, no depende de lo que
tenemos, sino de lo que somos.
8. Eres algo más que
tu cerebro o tu cuerpo,
tu verdadera esencia
es tu alma, que es eterna.
9. Cuando mi voz calle con la muerte,
mi corazón te seguirá hablando.
10. El sabio no se sienta para lamentarse,
sino que se pone alegremente
a su tarea de reparar el daño hecho.