Este poema describe una escena de otoño en la naturaleza, con hojas cayendo delicadamente del viento y cubriendo el suelo con diferentes patrones y melancolía. La naturaleza se presenta como un lugar de paz y tranquilidad, con una luz que brilla sin cesar y una belleza que se transforma pero siempre lleva calma. El poema concluye deseando paz en el corazón para aquellos que aman la infinita e indescriptible creación de la vida natural.