El documento critica a la Iglesia Católica en España por no pagar impuestos y recibir fondos públicos, a pesar de tener grandes ingresos procedentes de bienes inmuebles, donaciones y servicios como bautizos y funerales. También señala que la Iglesia ha escriturado recientemente más de 900 propiedades en Navarra con fines no religiosos y vende iglesias.