Este documento describe las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en la industria del cine pornográfico. Explica que los actores tienen un alto riesgo de contraer ETS debido a sus múltiples parejas sexuales en cortos períodos. Aunque se realizan pruebas regulares, los brotes de ETS siguen ocurriendo. El uso obligatorio de condones podría ayudar, pero la industria se ha resistido a esta medida. Se necesitan más esfuerzos para proteger la salud de los trabajadores, como exámen

1. ENFERMEDADES
DE TRANSMISIÓN LA INDUSTRIA DEL PORNO… Y LAS ETS
SEXUAL
Curso Académico UCA 2011-2012 | Jessica García Martín

2. Optativa ETS - Curso Académico UCA 2011-2012 Jessica García Martín
LA INDUSTRIA DEL PORNO Y LAS ETS
INTRODUCCIÓN
Las ETS, enfermedades de transmisión sexual, son infecciones contraídas
principalmente por relaciones sexuales o contacto genital, aunque también
pueden transmitirse de forma vertical (madre-hijo), a través de transfusiones
sanguíneas, entre usuarios de drogas por vía parenteral.
La mayoría son curables, otras sólo se controlan con tratamiento médico.
Algunas son asintomáticas, lo que aumenta el riesgo de contagio y aparición de
complicaciones como esterilidad y dolores crónicos. Salvo para los virus de la
hepatitis A y B, no existe vacuna ni protección una vez superada la enfermedad,
por lo que las reinfecciones son frecuentes.
Las ETS son uno de los principales problemas de salud pública, más aún con la
insuficiente actitud social ante la prevención y la evolución de estos problemas.
Cada año se dan cerca de 400 millones de nuevos casos de ETS en todo el
mundo, de los cuales, casi ¾ son de sífilis, gonorrea y SIDA, aunque existen más
de 50 ETS descritas. El 90% de los casos se da entre los 15-30 años,
especialmente en menores de 25 años, solteros y sexualmente activos, junto a
los niños que nacen infectados.
Las conductas y los factores sociales responsables del aumento del número de
ETS y casos son muy variadas:
- Abuso de alcohol y drogas en - Existencia de nuevos antibióticos,
ambientes que facilitan la que hacen que se tomen menos
relación sexual sin protección precauciones
- Asintomatología de algunas ETS, - Falta de información,
que contribuye a su propagación responsable de la ignorancia de
- Aumento de abusos sexuales, los síntomas
violaciones y embarazos no - Inicio más temprano de las
deseados relaciones sexuales con
- Automedicación, que favorece la penetración
aparición de cepas resistentes y - Mayor diversidad en las prácticas
más virulentas sexuales (sodomía, prostitución,
- Corta duración de las relaciones promiscuidad, bisexualidad…)
de pareja, con el consecuente - Mayor movilidad de la población
cambio de compañero/a sexual (turismo y migración)

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- Mayor tendencia a mantener - Tendencia al ocultismo, que
relaciones sexuales esporádicas retrasa el diagnóstico y
- Preferencia de métodos tratamiento de la ETS
hormonales y DIU sobre los
métodos de barrera
Después de esta introducción en la importancia de las ETS hoy día, he querido
hacer un recorrido por la influencia de esta patología en la industria del cine
pornográfico, ya que, desde mi punto de vista, la sociedad ha subestimado la
población de alto riesgo a contraer ETS a prostitutas y drogadictos, olvidándose
de los actores porno y de su vida privada como cualquier trabajador/a en la
población en general.
Aunque la pornografía, como material que representa actos sexuales con el fin
de provocar la excitación sexual del receptor, existe desde la Antigua Grecia, no
fue hasta la invención del daguerrotipo en 1839 cuando existieron las primeras
fotografías de parejas en el momento del coito. Sin embargo, hasta 1895 no se
amplió su producción con la invención del cinematógrafo, especialmente
después de la 2ª Guerra Mundial, apareciendo en 1971 la primera película
generalizada de cine pornográfico gay.
La industria global del cine pornográfico está dominada por los EEUU, siendo la
zona del Valle de San Fernando (en las afueras de Los Ángeles, California) el
corazón de la misma. Considerando este dato, la mayor parte de las cifras
respecto al tamaño de esta industria se refiere exclusivamente al país
norteamericano. Como datos de curiosidad, hasta 1977 no desapareció la
censura en España y hasta 1984 el porno no llegó a ser legal con la “ley Miró”.
LAS ETS EN LA INDUSTRIA DEL CINE PARA ADULTOS
Es evidente que los artistas dedicados al cine pornográfico participan en actos
sexuales prolongados y repetidos con múltiples parejas sexuales en periodos
cortos de tiempo, creando así las condiciones ideales para la transmisión del
VIH y otras ETS, más aún con el aumento de prácticas de alto riesgo como los
actos que implican penetración doble simultánea (doble anal y vaginal-anal) y
las eyaculaciones faciales. No hay que olvidarse de que, fuera de su trabajo en el
cine, también pueden estar expuestos a infecciones por VIH o hepatitis C por
participar en el comercio sexual o con el uso de drogas por vía parenteral.
En los inicios de esta industria cinematográfica, la legislación estaba limitada a
la prevención de la pornografía infantil, obligando así a las productoras a tener

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la custodia para documentar los expedientes y conservar los registros de las
edades de todos los artistas. En los años 80 murieron prematuramente varios
actores eróticos por un brote de VIH, pero no fue hasta 1998, después de que
cuatro artistas contrajeran VIH, cuando Sharon Mitchell creó la Fundación de
Salud Médica para la Industria de Adultos (en inglés, AIMHCF, Adult Industry
Medical Health Care Foundation, abreviado AIM), una clínica que asesoraba y
sometía a los artistas eróticos a pruebas de VIH, chlamydia y gonorrea
mensuales, y de VHS, hepatitis y sífilis bianuales. Este chequeo empezó como un
esfuerzo para reducir la transmisión de infecciones mediante un diagnóstico
temprano, tratamiento y un periodo en cuarentena para los artistas positivos
para el VIH. En la mayoría de los casos, se requería a los artistas el pago de
todas sus pruebas y la firma de un consentimiento que permitiera revelar sus
resultados antes de filmar a otros artistas y productoras de cine. Ambas
prácticas fueron prohibidas explícitamente por la regulación de la
Administración de Seguridad y Salud Californiana (en inglés, Cal/OSHA,
California Occupational Safety and Health Administration), promulgada desde
1973 para asegurar unas condiciones de trabajo sanas y seguras evitando que
los artistas entrasen en contacto con sangre u otros medios potencialmente
infecciosos proporcionando profilaxis post-infección. Las mujeres HIV-positivas
estaban permanentemente excluidas de participar en el cine adulto.
De 825 artistas estudiados entre 2000-2001, un 7’7% de mujeres y un 5’5% de
hombres tenían chlamydia, y 2% tuvieron gonorrea. Estos porcentajes son
mucho mayores que los de pacientes que acuden a las consultas de
planificación familiar, donde los porcentajes de chlamydia y gonorrea eran de
4% y 0’7% respectivamente. Algunos argumentan que dicho programa de
estudio mantenía tasas inferiores de VIH y ETS con respecto a otras industrias
relacionadas con el sexo, y de hecho, un estudio reciente de prostitutas de San
Francisco encontró 6’8% y 12’4% de casos positivos de chlamydia y gonorrea.
Entre enero 2003 y marzo 2005, aproximadamente 976 artistas fueron
informados con 1153 pruebas de ETS positivas, de las cuales, 722 (62’6%) eran
chlamydia, 355 (30’8%) gonorrea, y 126 (10’9%) coinfecciones de chlamydia y
gonorrea. Se sabe menos sobre la prevalencia y el riesgo de transmisión de
otras ETS como sífilis, VHS, VPH, hepatitis B o C, tricomoniasis o enfermedades
transmitidas por vía fecal-oral.
Los esfuerzos por reducir el riesgo de VIH y otras ETS debían incluir el uso de
condones. A pesar de las pruebas de PCR usadas actualmente en la industria, un
artista recientemente infectado puede tener test negativo durante el periodo
ventana en que son altamente infectantes y transmitir el virus a otros. Un
análisis sugiere que los condones son efectivos al 90-95% en la prevención de la
transmisión de VIH. Recibir sexo anal tiene el riesgo más alto en 80 casos de

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transmisión por cada 10000 exposiciones, por encima de lesiones con agujas
(10-50/10000) o la penetración vaginal receptiva (10/10000). El riesgo de
transmisión de VIH también aumenta con infecciones preexistentes de otras
ETS. Un estudio mostró que el riesgo relativo de VIH en una receptora vaginal
se doblaba cuando el compañero estaba infectado por VHS-2.
La representación de relaciones sexuales sin protección en películas para
adultos también puede influir en el comportamiento del telespectador. Del
mismo modo que ocurre con imágenes de fumadores en escenas románticas,
los usuarios de películas para adultos suelen idealizar el sexo desprotegido. El
incremento de la audiencia en televisión e internet de conductas sexuales de
alto riesgo puede disminuir el uso del condón. En contraste con las películas
para adultos heterosexuales, las productoras de cine homosexual requieren el
uso de condones más sistemáticamente. Debido al gran número de artistas VIH-
positivos, no hay ningún requisito para la prueba del VIH y el uso del condón es
la norma. A pesar del uso habitual de condones, las películas para adultos
homosexuales son populares y rentables para las productoras. De hecho, se
evidencia que las audiencias masculinas homosexuales no toleran películas con
relaciones sexuales sin protección, considerándolas como “ver la muerte en
pantalla”. En 2004, sólo 2 de las 200 compañías de cine para adulto requerían el
uso de condones para todo tipo de penetración (anal y vaginal), aunque hay
artistas que informan de que aun así están obligados a trabajar sin preservativo
para mantener el trabajo. A pesar de la multa que la Cal/OSHA impuso a dos
productoras por el incumplimiento de las normas sanitarias, sigue habiendo
muchos trabajadores inconscientes de sus derechos que se niegan a presentar
una denuncia por miedo a la pérdida de empleo o las represalias del
empresario.
Un modelo de éxito para la regulación del marco legal relacionado con la
industria del sexo es la instauración obligatoria de los condones en los burdeles
de Nevada desde 1988, lo que ha supuesto que ningún trabajador sexual haya
contraído VIH. Para mantener una salud estatal y el contrato de trabajo deben
repetirse varias veces las pruebas para VIH, chlamydia, gonorrea y sífilis. Aunque
no existe un modelo claro para el uso del condón obligatorio en el cine para
adultos, Brasil cuenta con una tasa de uso de condón del 80%, manteniéndose
como la segunda productora mundial de la industria del cine para adultos, lo
cual sugiere que el uso de condones no tiene por qué erosionar la rentabilidad,
al igual que también se pueden usar determinadas técnicas de grabación para
reducir el efecto visual de los condones de acuerdo al tono de piel o con la
eliminación digital en la post-producción, y simulaciones de eyaculaciones
faciales con el uso de materiales inertes como antiácidos líquidos.

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La actual práctica del control periódico de VIH y ETS puede detectar a tiempo
algunas enfermedades, pero la prevención de la transmisión suele fallar. El caso
que lo demuestra es el brote de VIH en abril de 2004*, que ocurrió cuando tres
artistas que cumplieron sus pruebas mensuales contrajeron VIH al mismo
tiempo que un actor evaluado como VIH-negativo tan sólo tres días antes de
haber infectado a 3 de 14 actrices. En junio de 2004*, el asambleísta Paul Koretz
organizó una audiencia informativa en el Valle de San Fernando para estudiar la
viabilidad y el impacto potencial del screening de VIH/ETS reglado y el uso del
condón, y envió una carta a 185 empresas de producción de cine para adultos
instándolos a adoptar medidas frente a los condones, lo que tuvo poca
respuesta hasta que en octubre de 2006, en la Universidad de California, se
retomó el tema de la seguridad de los trabajadores. Un grupo de 65
participantes (artistas, ejecutivos de la industria, funcionarios de salud y
representantes legales) consideraron la dificultad de la regulación de la
producción del cine adulto con protección en múltiples facetas:
- Una legislación nacional que - Vacunas contra el VPH y
incluya la regulación de películas hepatitis B-C y profilaxis post-
para adultos basadas en Internet exposición pagadas por la
- El uso obligatorio de industria
preservativos con el sello de - Formación y capacitación de
aprobación del condón todos los trabajadores y
- Un sistema de clasificación de empleados
cine basado en criterios de - Edad legal de los artistas elevado
seguridad de 18 a 21 años de edad
- Licencia de artistas - Pruebas de drogas de los artistas
- Control ETS pagado por industria
En 2007, un estudio realizado por el Departamento de Salud Pública de Los
Ángeles, principal centro de producción de pornografía en EEUU, destacó que
sólo un 17% de los actores hacían uso del condón durante la grabación de
películas, señalando también que los controles no prevenían la aparición de
nuevos casos sino que sólo controlaban la expansión de los brotes. En junio de
2009, la AIMHCF informó de otro caso positivo* por SIDA, aunque al parecer la
infección no se produjo durante el desempeño de la profesión sino en la vida
privada de la actriz.
Sería demasiado positivo pensar que desde aquella fecha no hubo ninguna
incidencia de ETS más dentro de la industria del cine pornográfico, ya que tanto
por parte del Estado como por parte de instituciones sanitarias que apoyan a
este grupo de trabajadores la presión para la realización periódica de pruebas
de ETS y el uso del condón era fuerte, aunque siempre en última instancia todo
dependía de la propia decisión del profesional y de los fondos económicos que

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apoyan dichas iniciativas estatales. Cada vez que tenía lugar una incidencia de
ETS en la industria del cine pornográfico, las productoras cerraban sus puertas
mientras analizaban exhaustivamente a todos sus trabajadores hasta dar con el
origen de la infección y se controlara la infección. En más de una ocasión la
AIM*, institución que proporcionaba apoyo y controles periódicos de ETS a todo
trabajadores, cerró sus puertas por falta de fondos por parte del Estado, por
varias demandas por la Fundación AIDS Healthcare por no apoyar campañas de
uso de condón en las películas y poner así en peligro la vida de sus
trabajadores, y* por polémicas llevadas a cabo por PornWikyLeaks con la
publicación de datos personales de una lista de pacientes de la AIM que
pertenecían a esta industria. En este ambiente surgió la Free Speech Coalition
(FSC) para ofrecer un programa de salud similar al de la AIM, de modo que los
artistas no sólo mantendrían sus controles periódicos sino que también tendrían
mayor apoyo legal ante este tipo de incidencias, contando con el
consentimiento de los propios actores, productores y agentes.
Como ya había dicho, la última decisión frente a las ETS la toma siempre el
propio artista. En diciembre de 2010, el actor Derrick Burts* reconoció
públicamente haber contraído en un mes de herpes, Chlamydia y gonorrea, a
pesar de realizarse periódicamente sus controles, pero no era fiel al uso del
condón mientras rodaba escenas sexuales tanto homosexuales como
heterosexuales, de modo que desconoce cómo cuándo y dónde pudo
infectarse. Esta nueva infección paralizó* toda la industria de cine pornográfico
en EEUU durante el periodo que la FSC estudiaba a todos sus trabajadores.
Gracias a la lucha recopilando firmas por parte de la Fundación AIDS Healthcare
con la legislación californiana y las normas federales, se consiguió la imposición
del uso del condón* en los rodajes de cine porno con el fin de prevenir la
transmisión de SIDA.
Burts, como la gran mayoría de los actores y actrices que se vieron perjudicados
por las ETS en algún momento de su carrera, comenzaron a formar parte de la
asociación FSC y la Fundación AIDS Healthcare advirtiendo de que la verdadera
protección se logra con el uso del condón, pese a las preferencias del público,
porque lo que entra en juego no es el dinero que ganan sino sus propias vidas.
Todas estas dificultades, debido a la extensión de la industria del cine para
adultos, sumada a la influencia de la vida privada de cada trabajador en su vida
profesional, hacen de momento imposible autorregular minuciosamente la
transmisión de ETS en estos profesionales. No obstante, gracias a las campañas
de sensibilización llevadas a cabo por distintos estados (en el caso de Francia*,
en noviembre 2006, por ley se prohibió la proyección en TV de películas
pornográficas donde no se usara el preservativo) y a la difusión por Internet de

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la propia experiencia de actores perjudicados por este problema mediante
diversos blogs*, hoy día todo actor y actriz pornográfico es consciente del
riesgo que supone su trabajo y de los medios que disponen para ellos mismos
controlar las posibles ETS. En concreto, la Pink Cross Foundation actúa como
una ONG fundada por ex-actores* porno con el fin de ofrecer ayuda emocional
y financiera compartiendo públicamente sus experiencias con las ETS, las drogas
y el SIDA, además de ofrecer educación contra la pornografía infantil.
LA INDUSTRIA DEL PORNO EN ESPAÑA
No podía finalizar este trabajo que repasa la incidencia de las ETS y el SIDA en la
industria del cine pornográfico desde sus inicios sin hablar de la situación del
porno en nuestro país*. Hay que recordar y tener en cuenta que hasta 1977 no
desapareció la censura en España y hasta 1984 el porno no llegó a ser legal con
la “ley Miró”. Buena fuente de información son los distintos blogs que
productoras españolas de cine porno difunden en Internet.
Como actores de referencia voy a tomar a Dunia Montenegro*, actriz brasileña
de 37 años, y Totó García*, actor gallego de 28 años, dos personas que desde
mi punto de vista hacen del cine pornográfico y los festivales eróticos todo un
arte respetable como cualquier otro y transmiten el orgullo de su profesión sin
tabúes con mucha naturalidad. Ambos son conscientes de la peligrosidad de su
profesión y de la importancia de las analíticas completas actualizadas antes de
cada rodaje junto al control por parte de actores y productoras. Totó García
confirmó en una entrevista por que desde que se produce porno español no se
ha producido* ninguna infección por VIH. Aun así, Dunia reclamó hace algunos
años que los análisis de ETS debían ampliarse también a otras enfermedades*
como Chlamydia, gonorrea, sífilis y hepatitis B y C, como hace la clínica Creu
Blanca por precios asequibles en Barcelona, y se pregunta por qué en la
industria X española nunca se utiliza preservativo*, teniendo evidencias de que
en su Brasil natal y otros países del mundo es casi obligado. No obstante,
ambos reconocen que tanto en su vida privada como profesional, a excepción
de que la persona con la que vayan a tener una relación sexual presente su
analítica reciente completa de ETS, ante la duda siempre recurren al condón.
Dicho esto, la industria del porno del siglo XXI ha mejorado mucho la seguridad
de sus trabajadores. No obstante, no hay que olvidar que, como en todo,
siempre habrá alguna persona que obvie o haga caso omiso a las analíticas y/o
al uso del condón, pero creo que gracias al nivel de los medios de comunicación
hoy día y a la sensibilización de la población general en temas de salud sexual,
poco a poco en los países desarrollados se está consiguiendo controlar la
transmisión de las enfermedades de transmisión sexual en el ámbito laboral.

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