José, un niño que cuidaba sus ovejas, decidió asustar a tres campesinos diciéndoles que había llegado un lobo, aunque era mentira. Más tarde volvió a mentir diciendo lo mismo. Cuando realmente llegó el lobo, los campesinos no le creyeron a José y el lobo se comió sus ovejas. José regresó a casa triste y sin sus ovejas, aprendiendo que no es bueno mentir.