El documento describe dos experiencias en las oficinas de SEDESOL y SAT. En SEDESOL, los estudiantes tuvieron que tomar un número, esperar a ser llamados y recibieron un folleto pero no se sintieron escuchados debido a su edad. En SAT inicialmente no los dejaron entrar porque sólo atendían citas, pero pudieron pasar cuando un familiar tuvo una cita que tardó 2 meses en obtenerse y que duró solo 1 hora, donde les dieron información en un folleto.