La ciudad de Oviedo se originó como un asentamiento religioso en el siglo VIII y se amuralló en el siglo XIV, tomando una forma casi redonda. A lo largo de los siglos, la ciudad creció alrededor de los caminos, incluido el Camino de Santiago, y se desarrollaron los primeros ensanches cuando llegó el ferrocarril en el siglo XIX. En la actualidad, Oviedo ha consolidado su desarrollo urbano a lo largo de 12 siglos de historia.