Las computadoras han evolucionado de máquinas grandes y caras a dispositivos más pequeños y asequibles. Los primeros ordenadores ocupaban toda una habitación y solo podían realizar unos pocos cálculos simples, mientras que los ordenadores modernos son miles de veces más potentes y se encuentran en casi todos los hogares y bolsillos en forma de portátiles, teléfonos y tabletas.