La Asociación de Alumnos Pablo Freire del Centro de Educación de Adultos de Santander organiza una excursión a Francia en 2016. El viaje permitirá a los estudiantes adultos conocer otro país y cultura.
Fonética y prosodia en español: la entonación y su enseñanza en el aula de le...Gabino Boquete Martín
La enseñanza/aprendizaje de segundas lenguas está basada, generalmente, en
aspectos gramaticales que se supone deben ser estudiados con el fin de hablar
de un modo “apropiado” la lengua que se quiere dominar. Estos estudios se
enfocan fundamentalmente al uso de la lengua escrita y sus normas, aunque
luego los conocimientos adquiridos sirvan para la expresión oral.
Se suele enseñar a los estudiantes los usos del subjuntivo en español, diferencias entre el pretérito imperfecto y el indefinido, pero pocas veces se encara la tarea de trabajar con aspectos relacionados con la fonética y la pronunciación; ni mucho menos se intenta estudiar los patrones rítmicos y entonativos característicos de la L2, como algo importante en el proceso de adquisición de la misma.
Muchos profesores de E/LE perciben el estudio de la entonación, e incluso la fonética en general, como algo secundario; los alumnos pueden aprender este componente escuchando al profesor o a otros hablantes nativos, en el laboratorio de idiomas, o simplemente en la calle, si se han desplazado a un país de habla hispana.
El problema reside, esencialmente, en que los profesores de E/LE no cuentan, por lo general, con la preparación necesaria para acometer la labor de enseñar las técnicas de pronunciación y entonación a nuestros estudiantes. Además, en el improbable caso de contar con ese conocimiento, debe ser transmitido de una forma sencilla y clara al estudiante, con lo que la misión se vuelve más compleja.
El profesor de español no va a tener que explicar, por supuesto, toda esta información, pero debe conocer cuál es el fundamento de los fenómenos fonéticos y, en el caso concreto que nos ocupa, todo lo relacionado con el ámbito de los fenómenos suprasegmentales (prosódicos y entonativos). Además, un conocimiento amplio de la materia que se está explicando, aporta más seguridad al docente en su trabajo, a la vez que adquiere más valor y respeto de sus estudiantes.
Ahora bien, no debemos centrarnos únicamente en las capacidades del profesor de lenguas para llevar a los estudiantes las normas fonéticas y su puesta en práctica. Muchas veces el problema también es imputable a la idiosincrasia y a los posibles prejuicios del propio estudiante; hay personas que son capaces de aprender y de trabajar con estructuras gramaticales de otros idiomas, pero se sienten “ridículos” al acomodarse a la entonación de otra lengua, y llegan incluso considerar su práctica como algo que ataca a su pudor. Por ello, el clima de la clase de fonética ha de ser distendido para que el estudiante “cante” en español. En definitiva, es una cuestión de “oído”.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
Fonética y prosodia en español: la entonación y su enseñanza en el aula de le...Gabino Boquete Martín
La enseñanza/aprendizaje de segundas lenguas está basada, generalmente, en
aspectos gramaticales que se supone deben ser estudiados con el fin de hablar
de un modo “apropiado” la lengua que se quiere dominar. Estos estudios se
enfocan fundamentalmente al uso de la lengua escrita y sus normas, aunque
luego los conocimientos adquiridos sirvan para la expresión oral.
Se suele enseñar a los estudiantes los usos del subjuntivo en español, diferencias entre el pretérito imperfecto y el indefinido, pero pocas veces se encara la tarea de trabajar con aspectos relacionados con la fonética y la pronunciación; ni mucho menos se intenta estudiar los patrones rítmicos y entonativos característicos de la L2, como algo importante en el proceso de adquisición de la misma.
Muchos profesores de E/LE perciben el estudio de la entonación, e incluso la fonética en general, como algo secundario; los alumnos pueden aprender este componente escuchando al profesor o a otros hablantes nativos, en el laboratorio de idiomas, o simplemente en la calle, si se han desplazado a un país de habla hispana.
El problema reside, esencialmente, en que los profesores de E/LE no cuentan, por lo general, con la preparación necesaria para acometer la labor de enseñar las técnicas de pronunciación y entonación a nuestros estudiantes. Además, en el improbable caso de contar con ese conocimiento, debe ser transmitido de una forma sencilla y clara al estudiante, con lo que la misión se vuelve más compleja.
El profesor de español no va a tener que explicar, por supuesto, toda esta información, pero debe conocer cuál es el fundamento de los fenómenos fonéticos y, en el caso concreto que nos ocupa, todo lo relacionado con el ámbito de los fenómenos suprasegmentales (prosódicos y entonativos). Además, un conocimiento amplio de la materia que se está explicando, aporta más seguridad al docente en su trabajo, a la vez que adquiere más valor y respeto de sus estudiantes.
Ahora bien, no debemos centrarnos únicamente en las capacidades del profesor de lenguas para llevar a los estudiantes las normas fonéticas y su puesta en práctica. Muchas veces el problema también es imputable a la idiosincrasia y a los posibles prejuicios del propio estudiante; hay personas que son capaces de aprender y de trabajar con estructuras gramaticales de otros idiomas, pero se sienten “ridículos” al acomodarse a la entonación de otra lengua, y llegan incluso considerar su práctica como algo que ataca a su pudor. Por ello, el clima de la clase de fonética ha de ser distendido para que el estudiante “cante” en español. En definitiva, es una cuestión de “oído”.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.