El documento habla sobre cómo algunas personas van a la iglesia los domingos pero no lo hacen con el propósito de encontrar paz espiritual y concentración, sino más bien para hablar con otros y generar ruido que distrae a los demás asistentes de encontrar tranquilidad y comunión con Dios. Aunque la iglesia se supone que es un lugar para buscar paz con Dios, las conversaciones y discusiones de algunos asistentes crean un ambiente de desconcentración que dificulta ese objetivo.
1. Momentos de tranquilidad se puede llegar a encontrar cuando
nos dirigimos a la iglesia el domingo; la idea o el fin de hacer
parte de esta comunidad es tener paz espiritual y
concentración. Aunque desafortunadamente para muchas de
las personas, estar en este situación es de poco interés y
sabotaje, solo van a hablar con la persona de al lado, o por
teléfono desarrollando inestabilidad pésimo en el ambiente.
Ya no se tomaría un una comunicación fuerte, realmente
debería ser así, pero encontrar esa paz con DIOS en el
templo santo ya no es cómodo, porque las “palabrería” de
algunas personas generan discusión y desconcentración para
lo que realmente se desea buscar en este lugar.
2. Es decir, no es necesaria frecuentar la iglesia todos los día, la
mayoría de las persona se dirigen a su capilla sea la región
que sea, los días domingo, sin embargo no basta con toda la
semana que tiene para platicar con los amigos, también lo
hacen en la iglesia, generando contaminación auditiva
desconcentración para los visitante.