La familia romana estaba compuesta no solo por parientes de sangre, sino también por esclavos, libertos y clientes que mantenían relaciones con el pater familias. El pater familias tenía un enorme poder sobre todos los miembros de la familia, incluida la capacidad de matar a cualquiera. Los esclavos eran privados de libertad y explotados como fuerza de trabajo. Los libertos eran esclavos emancipados que tenían algunos derechos civiles pero no políticos. Los clientes eran ciudadanos libres que establecieron