Los tratamientos farmacológicos para el Alzheimer incluyen fármacos anticolinesterásicos como el donepezilo, la rivastigmina y el parche de Exelon, que inhiben la acetilcolinerasa, así como el memantina, un antagonista de los receptores NMDA; estos fármacos tienen efectos secundarios similares como alteraciones gastrointestinales y anorexia.