Una firma digital permite autenticar la identidad del emisor de un mensaje o documento y garantizar que su contenido no haya sido modificado, ya que las firmas digitales son únicas, no pueden ser imitadas y se marcan automáticamente con fecha y hora. Al aplicar un algoritmo matemático al contenido para generar un valor hash que lo identifica, el receptor puede verificar la integridad del mensaje comprobando que el hash recibido coincide con el aplicado de nuevo al contenido.