El documento explica el efecto Fisher, que establece que la tasa de interés debe ser ligeramente mayor que la inflación esperada para mantener el poder adquisitivo de la moneda. Según la teoría, el tipo de interés real es independiente de factores monetarios, por lo que para igualar las tasas de interés reales entre países, aquel con una tasa de interés nominal más baja también debe tener una inflación más baja y su divisa debería apreciarse a lo largo del tiempo.