El poema describe el sueño de un hombre enamorado de una rosa. En el sueño, el hombre corta una rosa blanca y se pincha con sus espinas, manchando la rosa con su sangre. La rosa pide llevar la sangre del hombre como muestra de su amor. Al despertar, el hombre se da cuenta de que en realidad tenía a una mujer entre sus brazos.

1. ENAMORADO DE UNA ROSA
En sueños buscaba rosas,
las encontré con espinas,
al verlas me preguntaba
¿Por qué siendo tan hermosas,
también pueden ser dañinas?.
A un rosal de rosas blancas
me acerqué para mirar;
eran todas tan bonitas
que no sabía cual cortar.
Escogí la más hermosa,
y al cortarla me pinché,
y a la rosa que era blanca
con mi sangre la manché.
De rojo se tiñó la rosa,
con agua la quise lavar,
la rosa dijo no me laves
que tu sangre quiero llevar.
Yo. La dije rasa hermosa
si tú buscas el amor,
déjame que yo te lleve
que yo te daré el mejor.
La rosa con disimulo
hacia mí se me inclinó,
yo la rocé con mis labios
con muchísimo candor.
Como yo estaba nervioso
muy parado me quedé;
la rosa dijo no pares,
con tus labios bésame.
Yo la besé con ternura
pero con cierto temor,
y la rosa agradecida
con su aroma me envolvió
Yo la besé ardientemente
con cariño y con pasión,
y le dije dulcemente;
para que seas dichosa,
yo te doy mi corazón.
La rosa dijo llorando,
piénsalo con más tesón;
que el día que me marchite
¿Qué será de nuestro amor?.
Yo la cogí con fuerza,
la traje a mi corazón,
y la espina que tenía
en mi pecho se clavó.
Dormido como yo estaba
al momento desperté.
y al mirar hacia los lados
ninguna rosa yo hallé.
Aunque estaba soñoliento
pude comprobar y ver,
que, entre mis brazos tenía
una hermosa y gran mujer.
.
15 --- 03 --- 2014
Familiar de la Residencia y Centro de Día
de la Verneda

2. Recuerdos….
Sentada frente a la ventana
observo todo, pero no miro nada,
río y lloro sin sentido
y dejo perdida la mirada.
Froto mis arrugadas manos,
esas que con tantos surcos marcadas
ahora se hallan llenas por todos lados.
¿Qué es eso que se refleja en el cristal?
son recuerdos vividos y añorados
de una vida que ya siento lejana,
de unos sueños que ya he olvidado.
Y por un momento sonrío
al ver de repente a esa gente que llega,
esas personas que no consigo referir
pero me miman, me acarician, me besan…
Y ocurre aquello que esperaban,
reconozco esas sonrisas, esos ojos, esas caras,
esas lágrimas que al verme algunos
por su rostro derraman.
Y comprendo por un momento al rozar mi rostro
que la vejez es mi fiel compañera,
la que a veces me cambia por completo
pero de años y sabiduría me llena.
¡Vejez querida a la que muchos temen
Pero todos anhelan queriendo conocerla!.
Trabajadores de la residencia y centro de día de Carboneras de Guadazaón
(Cuenca)

3. Tenemos setenta y muchos, setenta y tantos!!
Virtudes, y más paciencia que la de un santo.
El doctor me da pavor, cápsula, receta y pastilla,
Me tienen hasta la coronilla.
Me fastidia que me riñas, no te confundas,
No soy una niña.
Cuidar, pensar, existir, hablar, callar, sentir y latir.
formas de construir y sumar, con las personas de mi hogar.
Los años van aumentando, sin poderlos detener,
Más la vida nos sonríe, al saber envejecer.
Aquellos problemas grandes, que tuvimos anteayer,
Han ido empequeñeciendo, al podernos distraer.
Usuarias de los pisos de Concilio (Barcelona)