La central nuclear de Garoña en Burgos, España, es la más antigua del país y está programada para cerrar en abril de 2013. La central ha tenido varios incidentes menores clasificados como Nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares. Mientras que el organismo regulador español recomendó una prórroga de 10 años, el gobierno optó por una prórroga más corta de solo 4 años y ordenó el cierre en 2013, lo que no satisfizo a la empresa propietaria ni a los trabajadores.