El poema enumera las desafortunadas muertes de 26 niños, cada uno identificado por una letra del alfabeto. Cada línea describe brevemente cómo murió el niño correspondiente a esa letra, incluyendo accidentes, ataques de animales y causas más inusuales como beber lejía o ser comido por ratas. El poema tiene un tono macabro y trágico al relatar de forma concisa y directa las muertes de los pequeños.