2. Se llama grafiti, grafito o pintada (del inglés graffiti o graff). a varias
formas de inscripción o pintura, generalmente sobre propiedades públicas o
privadas ajenas (como paredes, vehículos, puertas y mobiliario
urbano, especialmente pistas de skate). Los graffiteros suelen estar
agrupados en crew's; ej: street graffiters crew (Puertollano), bunner crew
(Salamanca), etc.
También se llama graffiti a las inscripciones que han quedado en paredes
desde los tiempos del Imperio Romano.
En el lenguaje común, el grafiti incluye lo que también se llama pintadas: el
resultado de pintar en las paredes letreros, frecuentemente de contenido
político o social, sin el permiso del dueño del inmueble, y el letrero o
conjunto de letreros de dicho carácter que se han pintado en un lugar.
3. La expresión grafiti se usa también para referirse al movimiento
artístico de mismo nombre, diferenciado de la pintura o como
subcategoría de la misma, con su origen en el siglo XX. Fue un
movimiento iniciado en los años 60 en Nueva York, o según aludes
fuentes bibliográficas, como, getting from the underground en
Filadelfia.
Dentro de la cultura hip hop, se llama grafo o graffiti a unos
tipos específicos. En este sentido, una pintada política no sería
un grafito. El grafito es un arte, uno de los 4 elementos de la
cultura hip-hop.
4. Es un término tomado del latín graphiti: en italiano, graffiti es
el plural de graffito, que significa ‘marca o inscripción hecha
rascando o rayando un muro’ y así se llaman las inscripciones
que han quedado en las paredes desde tiempos del Imperio
Romano. Raffaele Garrucci divulgó el término en medios
académicos internacionales a mediados del siglo XIX. El
cultismo se popularizó y pasó al inglés coloquial al usarse en
periódicos neoyorquinos en los años setenta. Por influencia de
la cultura estadounidense, el término se popularizó en otros
idiomas, entre ellos el castellano. Curiosamente, aunque el
término graffiti ha pasado a muchas lenguas, en italiano se
emplea el término de origen inglés writing para referirse a los
grafitos de estilo hip-hop, ya que graffiti conserva su sentido
original.
5. Entre los hispanohablantes, es habitual oír graffitis, en plural, porque
aunque en su lengua original el término ya esté en plural, no se considera
de este modo el calco.
El [[Diccionario Panhispánico de Dudas]] de la Real Academia Española
recomienda el uso de la palabra grafito. Admite como válido el uso de
grafiti en singular, y de grafitis en plural, aunque recomienda usar la
palabra «grafito» y «grafitos» para su plural, que son las versiones
castellanizadas de graffito y graffiti respectivamente. Recomienda además
que cuando se trate de un texto o dibujo pintado, y no rascado ni inciso,
se utilice "pintada". Aún aceptando la castellización de graffiti a
«grafiti», se recomienda evitar el uso de graffiti, ya que en español no
existe la grafía ff.
6. Se sabe que los primeros utensilios para dibujar en los vagones de metro eran en principio pinceles y pintura hasta el
descubrimiento del spray (aerosol). Empecemos por establecer un orden arbitrario para poder hacer una clasificación, por
ejemplo rotuladores y aerosoles (puesto que son los más importantes) y luego otros métodos.
En un principio valía cualquier cosa. Por ejemplo, en el Nueva York antiguo, Pray utilizaba una llave con la que rasgaba su
nombre en los metales pintados (más tarde se descubriría que Pray era una venerable anciana que se dedicaba a poner su
nombre al más puro estilo writer).
Los primeros marcadores eran de un tamaño pequeño, el tradicional Edding 2000 de unos pocos milímetros de grosor y
punta redonda es un buen ejemplo hasta que se instaló con éxito el Pilot de punta cuadrada de 1x1 cm. Fue muy utilizado
por los escritores. Algunos querían ir más allá e incluso se fabricaban sus propios rotuladores utilizando envases de
pegamento con sistema de muelle (lo que hoy se conoce como camaleones), botes de pegamento de barra vaciados y con
una punta casera acoplada. Generalmente se usaba la esponja de los borradores de las pizarras del colegio (eso sí, sin
estrenar, puesto que si estuvieran usados, las partículas de tiza podrían obstruir el paso de la tinta). Incluso se llegaban
a rellenar recipientes de Canfort para zapatos. El repuesto preferido solía ser laca de bombilla, un material bastante
económico y viable además de disponer varios colores. El inconveniente es su poca resistencia al sol, dejando los tags
prácticamente invisibles después de varios días.
7.
8. Pero sin duda, la técnica por excelencia del graffiti es el aerosol, el spray. Las
razones son su convencionalismo, sus abundantes colores ya mezclados, su relativa
limpieza, su fácil uso... Aunque todas estas ventajas de las que hoy gozan sus
usuarios no son otra cosa que el fruto de la evolución de los primeros propelentes
técnicamente muy pobres. Aunque nos ceñiremos más en concreto al caso español,
cabe mencionar algunas de las marcas que se usaban en los inicios del writing en Nueva
York por su importancia: Los genuinos Krylon, los Rust-Oleum o los Red-Devil son los
más destacados entre muchos otros (Lucas, Broma, Utilac, etc).
Por último mencionar otros elementos alternativos a estos dos como los rayadores
(piedras o bujías) para cristales, destornilladores para chapas, rodillo y brochas con
pintura plástica, ácidos que corroen el cristal de manera permanente o incluso tizas,
velas... Llegando hasta la más tolerante de las nuevas tendencias: Las pegatinas,
carteles y demás intervenciones urbanas.