Gregory Mendel, un monje agustino católico austriaco, describió las leyes de la herencia genética a través de experimentos con guisantes. Realizó cruces de semillas de guisantes y observó que ciertos caracteres eran dominantes y otros recesivos. Sus descubrimientos, publicados en 1866, no fueron apreciados hasta que tres botánicos los redescubrieron de forma independiente en 1900 y establecieron las bases de la genética moderna.