1. Lía ChunNuñezAndrés,4ºde ESO,CPEB “AurelioMenéndez”
GRITA
“Voy a volverme como el fuego,
voy a quemar tu puño de acero,
y del morao de mis mejillas
saldrá el valor pa’ cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres,
no se daña a quien se quiere, no;
tonto, tonto, tonto eres,
no te pienses mejor que las mujeres.”
BEBE
Parece que nunca es suficiente, que nunca bastó con
insultar, que siempre hay que llegar a las manos en lugar de
hablar. ¡Qué importantes LAS PALABRAS¡ ¡Maltrato!. Qué término
más repugnante. Podemos ser los maltratadores, pero, lo que es
peor aún, podemos ser las víctimas. No tienen por qué marcarte
para ser agredido, las palabras también importan. Los golpes sólo
son muestras físicas.
Me preocupa lo equivocada que puede estar la sociedad con
este tipo de cosas. Desde mi punto de vista, soy una adolescente
que vive en una zona rural del occidente de Asturias, se confunden
a menudo el querer con el poseer. Si alguien te quiere, no te
posee. Tú no eres la propiedad de nadie salvo de ti mismo.
¿Quiénes son para controlar tu vida? ¿Qué haces, cuándo lo
haces, cómo, dónde, por qué…? Muchas chicas creen que sus
novios las quieren más porque se ponen furiosos cuando hablan
con un chico. “Cuántos más celos más me quiere”. Qué error, que
exista ese pensamiento y la satisfacción de que tú novio/a te
quiere más cuando la mayor parte es porque te quiere sólo y
exclusivamente para él/ella. El amor no se mide por la cantidad de
celos, el amor simplemente, no se mide. Cuando amas a una
persona entonces amas su manera de ser, la respetas, la valoras.
Desgraciadamente, las mujeres lo sufren más que los hombres.
2. Lía ChunNuñezAndrés,4ºde ESO,CPEB “AurelioMenéndez”
El maltrato empieza con esas palabras, palabras que luego
se vuelven insultos, insultos que se difunden a gritos, y sin darte
cuenta, ya es tarde. Estás sumisa bajo su dominio, él tiene el
mando. A partir de entonces ya da te igual; ya te das igual, te
odias, te infravaloras, hasta te crees sus palabras. Cambias toda tu
vida por él y que así no se enfade, dejas de relacionarte con tus
amigos por el mismo motivo, de tener tu propia opinión a que su
opinión sea la tuya. Los que lo vemos desde fuera, parece tan
sencillo como cortar la relación con esa persona, pero los que lo
viven, dentro de esa situación están en un desequilibrio
emocional, físico, psicológico… que son incapaces de decir o de
hacer nada por el miedo que tienen.
Al principio, no te darás cuenta, obviamente, irán poco a
poco ganándote. Es típico de los maltratadores: pasar del amor al
odio. Primero te acaricia y luego te insulta, y viceversa. Es muy
difícil sentir lo que un hombre o una mujer siente en estas
situaciones. Si actualmente miramos una relación de dos jóvenes
con microscopio, vemos como muchas conductas dan el perfil de
violencia de género. Cuando se es adolescente, se cree que
sabemos todo del amor, bueno, en realidad creemos que lo
sabemos todo de todo.
Las redes fomentan también las conductas obsesivas en una
persona: cuándo se conectó, con quién estuvo hablando, qué día
publicó una foto… Es una angustia añadida para ellas.
La mujer que afronta la situación, que sigue adelante, que lo
cuenta sin miedo, que grita, esas, esa mujer no es una víctima es
una SUPERVIVIENTE.