Este poema describe varias frutas como metáforas del cuerpo amado del poeta: las uvas representan la frente y los ojos, las granadas la flor del asombro y los dátiles la ternura. Describe cómo estas frutas doradas, rojas y rojas caen sobre una mesa gastada como el otoño. El poema expresa la muerte y la pérdida del amor del poeta a través de las imágenes de las frutas caídas.