Este poema es una elegía al fallecimiento de Ramón Sijé, un amigo cercano del autor. En tres estrofas, el poema expresa el profundo dolor que siente el autor por la pérdida repentina de su amigo, a quien consideraba como un hermano. El autor se compromete a cuidar la tierra donde su amigo vivía y trabajaba, y desea poder desenterrar su cuerpo para abrazarlo una vez más. Extraña profundamente a su amigo y desea poder hablar con él nuevamente.